El gran vertedero de ropa en nuestro Desierto de Atacama
Publicado por CLAUDIA DE YOPPEN® en

Las malas noticias cuando hablamos del medioambiente parecen nunca acabar. Existen muchas cosas que aún desconocemos sobre el daño que la humanidad genera sobre nuestro planeta. Ya sea porque aún no lo sabemos o simplemente porque nadie lo menciona, el desconocimiento de ciertos temas evita que las personas puedan actuar. Es por eso que hoy queremos contarles sobre el gran vertedero de ropa clandestino que se ubica en nuestro Desierto de Atacama. En este blog, hablaremos de su origen, las consecuencias ambientales y sociales que conlleva y cómo podemos evitarlo con decisiones simples en nuestra vida.
Un vertedero de ropa en pleno desierto
El Desierto de Atacama es conocido por ser el más árido de todo el mundo. Cada año, turistas de todos los países viajan hasta la zona norte de Chile para conocer sus misterios y belleza natural. Sin embargo, este desierto esconde entre sus colinas un feo secreto que, paradójicamente, también viene desde el extranjero.
En la zona perteneciente a la comuna de Alto Hospicio se encuentra ubicado un enorme vertedero clandestino compuesto únicamente por ropa. Este problema, abarca consecuencias ambientales y sociales. Los textiles producidos por la moda rápida o fast fashion no son biodegradables y, peor aún, pueden llegar a ser tóxicos. Por esta razón, cada vez aumenta más la preocupación ante un hecho que afecta a una de las principales atracciones naturales de nuestro país.
Vamos por parte: ¿Qué es la fast fashion y cómo es que terminó en el Desierto de Atacama?

En palabras simples, la moda rápida o fast fashion es una tendencia a nivel mundial en la que grandes y reconocidas marcas y tiendas comerciales generan enormes cantidades de ropa diseñada para que solo dure una temporada. Peor aún, estos productos son creados con materiales que no son biodegradables, que se procesan con químicos nocivos y además requieren enormes cantidades de agua para su creación ¡Y ni hablar del impacto ambiental que produce su importación de un país a otro!
Cuando esta ropa pasa de moda en el retail, es desechada y vendida como “de segunda mano”. Es en esta condición que muchas importadoras chilenas la compran para comercializarla como fardos al interior de nuestro país. El proceso es simple: la ropa entra a Chile, las importadoras la seleccionan como de primera, segunda y tercera categoría y, finalmente, desechan la que no entra en ninguna de las anteriores.
Un detalle importante es que una vez estando en nuestro país, la ropa no puede salir por la aduana. Esta situación obliga a los importadores a deshacerse de ella por medio del contrabando o simplemente arrojándolas a la basura. Como en su gran mayoría está compuesta de poliéster, no es biodegradable. Por esa razón no se acepta en los basurales municipales y termina en vertederos clandestinos como el del Desierto de Atacama.
El impacto medioambiental de los vertederos de ropa
Hace algunos meses Meganoticias publicó un reportaje respecto a este tema. En él mencionan que anualmente ingresan a nuestro país a través de la Zona Franca del puerto de Iquique 59 mil toneladas de ropa. Esto nos convierte en el país que más consume ropa en América Latina y también en el que más importa prendas de segunda mano desde Asia, Europa, Estados Unidos y Canadá. Un dato preocupante es que 40 mil toneladas de esta ropa terminan en los basurales.
Según BBC News esto también es un problema social. Prueba de ello es que uno de los más grandes vertederos de ropa se ubica en Alto Hospicio, una comuna conocida por su lucha contra la vulnerabilidad socioeconómica de sus habitantes. Ahí, muchas personas viven a pocos metros de estas verdaderas montañas de desechos textiles.

Muchas veces, en un vano intento por deshacerse de ellos, se les intenta quemar. Esta acción libera gases tóxicos que van a parar directamente a los pulmones de las personas que ahí viven. Además, según la municipalidad de Alto Hospicio, en promedio se genera un incendio al año por este irresponsable método.
Hablemos del impacto indirecto
La sola producción de toda esta ropa que terminó en el Desierto de Atacama ya significó una gran huella ecológica. Según la ONU la fabricación de ropa y calzado genera un 8% de los gases de efecto invernadero y cada segundo se entierra o quema el equivalente a un camión de basura de estos desechos.
Por otro lado, la misma estadística señala que la industria productora de ropa es responsable del 20% del desperdicio de agua a nivel mundial. Si lo ponemos en números más concretos, según La Vanguardia un pantalón de jeans requiere para su producción 10.850 litros de agua ¡Eso es más de 11 veces el agua que bebemos en todo un año!
¿Entonces cómo deshacernos de esta literal montaña de ropa?
Un dato muy importante que considerar es que, debido al uso del poliéster, la tela de la mayoría de estas prendas demorará en promedio 200 años en biodegradarse ¡Así es! Nuevamente el plástico está a nuestra vista y lo estamos ignorando.
La buena noticia es que muchas personas ya han visto este problema y comienzan a ser parte de la solución. A un nivel más micro, diariamente se ven en estos vertederos de ropa cientos de personas que pretenden utilizarla para vestir e incluso la vuelven su sustento vendiéndola en ferias libres.
Por otra parte, también existen grandes emprendimientos que utilizan esta mal llamada “basura” como materia prima. Un ejemplo de estos es Ecofibra Chile quienes desde el 2016 la usan para crear paneles de aislación térmica. Al mes, Ecofibra procesa 40 toneladas de desechos textiles volviéndolos una alternativa más económica e igual de efectiva que la fibra de vidrio.
¿Cómo evitamos los vertederos de ropa desde nuestra casa?
Aunque no lo creas, sí es posible evitar esta situación desde nuestro hogar. Sigue estos 3 simples consejos y ya estarás poniendo tu granito de arena en el cuidado de nuestro planeta.

1.- ¡Al igual que nosotros, prefiere algodón y no poliéster!: ¿Recuerdas lo que te hablábamos de la producción de un pantalón de jeans? La producción de prendas de ropa de algodón ocupan apenas un quinto del agua que producen las hechas de fibra sintética. Además, es un material biodegradable. Si quieres ir un paso más allá, existen alternativas aún más ecofriendly ¡Solo tienes que informarte y encontrarás la que mejor se adapte a tus necesidades!
2.- Prefiere confeccionistas de ropa locales: De más está mencionar el daño al medioambiente que genera el traslado de los productos de un país a otro. Por esa razón la mejor alternativa para comprar tu ropa y cualquier otro producto es siempre la local. De esa manera, reducirás tu huella de carbono y estarás apoyando a los emprendedores de tu zona.
3.- Hazte cargo de esa ropa que ya no usas: Al igual que como deberíamos hacerlo con todos nuestros desperdicios, seamos conscientes de lo que ocurrirá con nuestra ropa cuando ya no la usaremos. Siempre existe la opción de heredarla, donarla o ¿por qué no? reutilizarla. Con un poco de ingenio y un buen tutorial, puedes convertir esa polera o pantalones que ya no podrás usar en un lindo bolso, mochila, scrunchie ¡o lo que se te ocurra!
¡Nuestras compras responsables y conscientes son la mejor manera de protestar contra la industria fast fashion!
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